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El Mundo de los Valores

LAS PERSONAS SON UN REGALO DE DIOS

LAS PERSONAS SON UN REGALO DE DIOS

Todos los seres humanos tenemos una tendencia natural al pesimismo que irremediablemente nos lleva a aferrarnos al dolor y al fracaso.

Siempre ambicionamos tener más y esa continua insatisfacción nos impide disfrutar de aquellas cosas cotidianas y simples de la vida.

Fue así como a lo largo de este año, día tras día, hemos ido acumulando frustraciones, tristezas y fracasos que se adueñaron de nuestro corazón.

Hoy la llegada de la Navidad nos invita a un cambio de actitud.

Debemos arrancar toda esa maleza para que en nuestro corazón pueda florecer la ESPERANZA.

Solo desde esta nueva óptica seremos capaces de redescubrir todos aquellos valores olvidados que la rutina cotidiana nos oculta.

La Navidad representa para todos una oportunidad para ¡RENACER!

 LAS PERSONAS SON UN REGALO DE DIOS

 Las personas son los regalos que Dios me ha dado; Algunas vienen bellamente envueltas y otras, sabe Dios cómo.

Algunas han sido maltratadas en el correo; otras llegan flamantes y sin una arruga;

Algunas llegan encerradas como ostras escondidas en sus valvas, otras se transparentan en su envoltura.

A veces los regalos se abren fácilmente, otras, se necesita la ayuda de alguien; tal vez es porque tienen miedo. Quizás hayan sido heridas antes y no quieren ser lastimadas de nuevo.

Puede ser que alguna vez se abrieron y luego se encerraron. Quizás ahora se sienten más bien como «cosas» que como «seres humanos».

Yo soy una persona como todas las demás personas, también soy un regalo.

Dios me lleno de una bondad que es solo mía, y sin embargo, algunas veces tengo miedo de mirar dentro de mi envoltura.

Tal vez temo decepcionarme; quizás no confío en lo que llevo dentro.

O pudiera ser que en realidad, nunca he aceptado el regalo que soy.

Cada encuentro y comunicación entre personas,  es un intercambio de regalos.

Mi regalo soy yo y tú eres tu regalo…

Somos obsequios unos para otros.

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