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El Mundo de los Valores

MÁS OPORTUNIDADES PROFESIONALES

APRENDIZAJE-Y-OPORTUNIDADES

Aprender a aprender es la fuente de más oportunidades profesionales.

El verdadero aprendizaje está determinado más por el proceso que por el resultado. Logramos cambiar la manera de ver o actuar gracias a que transitamos un camino que nos libera del pasado o de lo que nos mantiene atorados.

En otras palabras, el aprendizaje no es un «switch» que nos permite pasar de un estado a otro en un instante. La forma en que aprendemos hace la diferencia. Por la tanto, la manera de aprender es una competencia profesional vital.

El proceso tradicional de aprendizaje

Ciertos hábitos de aprendizaje que adquirimos en el sistema educativo tradicional no suelen ser muy eficaces, porque ponen énfasis en las pruebas de conocimiento y las calificaciones. Así, el valor del proceso queda relegado a un segundo plano. Y aunque en las últimas dos décadas se han estado haciendo mejoras en el modelo educativo, para darle más importancia al proceso, el protagonismo del aprendiz sigue estando muy resentido.

Como consecuencia, a muchos les queda la sensación de que no son buenos para ciertas materias o que el profesor no tiene suficientes recursos didácticos. Y este sentimiento nos aleja del infinito potencial que tiene cada persona para aprender lo que quiere, independientemente de las dificultades del entorno.

Cuando se pone énfasis en el proceso, desarrollamos la musculatura de la iniciativa, de la responsabilidad y de la proactividad para buscar el conocimiento donde quiera que esté. Los obstáculos en el camino no nos frenan. Y cada milímetro de nuestro esfuerzo se orienta a darle utilidad práctica a ese conocimiento.

Una habilidad fundamental en el mundo de hoy

El mundo actual está dominado por cambios constantes y rápidos en todos las áreas. La velocidad de los cambios es tal que cada día es más difícil hacerse experto en alguna materia.

Además, cuando somos adultos también tenemos que atender al trabajo y a la familia. Circunstancias que nos hacen sentir que el tiempo que disponemos para el aprendizaje es insuficiente.

Así pues, la habilidad que podamos desarrollar en nuestra manera de aprender a aprender tiene un impacto muy alto en nuestra efectividad, productividad y calidad de vida. Razón por la cual el presente y el futuro siempre se muestra más promisorio para quienes que saben cómo ampliar continuamente sus conocimientos y su flexibilidad mental para adaptarse a los cambios de su entorno.

Aprender a gerenciar los paradigmas propios

Aprender a aprender significa que, quien tiene más capacidad de cambio, siempre tiene más oportunidades, de trabajo y de vida. La flexibilidad mental amplía la visión de las cosas y permite percibir las posibilidades y el potencial donde el pensamiento rígido no las ve.

Es necesario desafiarnos en función de expandir nuestras áreas de aprendizaje y vencer la tendencia humana a repetir acciones que funcionaron en el pasado. La zona de confort nos acostumbra a responder mecánicamente con patrones de conducta heredados por la fuerza de la costumbre. Pero si esos patrones nos alejen de los resultados deseados, ¿qué debemos hacer?…

Para responder esta pregunta, seguro que encontrarás inspiración en la siguiente reflexión de Albert Einstein:

“No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos.

La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar ‘superado’.

Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis, es la crisis de la incompetencia.

El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos.

Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla. Callar en la crisis es exaltar el conformismo.”

En este marco de referencia, aprender a aprender se ha convertido en una competencia profesional vital.

By. Juan C. Jiménez.

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